(Colonia, Alemania)
Todos los artistas del proyecto vienen de una escena musical distinta, desde tu punto de vista, ¿cómo ha sido la experiencia durante el proceso de darle tu característica personal y trabajar con las características personales de cada artista?
Diría que para mí fue relativamente fácil, en comparación con el resto, creo, aportar mi propio toque. Porque el proyecto empezó de tal manera que los productores, Dani por parte cubana y yo, empezamos el proyecto de forma que creábamos un boceto, que luego le hacíamos llegar al resto de músicos. Eso significa que, en realidad, en esa primera fase teníamos total libertad para hacer lo que quisiéramos y lo que nos pareciera interesante poner en práctica junto con otros músicos. Sí, por eso fue relativamente fácil para nosotros, diría yo. La cosa se pone interesante, si puedo contar la versión larga, al final, cuando te devuelven los bocetos. Así que pasó de nosotros a los vocalistas y luego a los músicos de viento y después de vuelta y luego, por supuesto, te toca destacar pequeños puntos del conjunto y que hacer, un poco, la producción de todo y entonces tenemos, por ejemplo, un tema de dancehall entre esos cuatro. Y, hasta ahora, yo no había tenido ninguna relación con ese género. Sí, y por tanto, por supuesto, luego te pones en marcha y tratas de encontrar tu camino en el género, escuchas música, mucha, tratas de entender cómo funciona y luego simplemente te pones a prueba con el género. Así que, fácil para nosotros, pero en cualquier caso hay que mirarse un poco la materia para terminarlo.
¿Ha sido esto nuevo para ti?
Totalmente, sí, claro. Ha sido un territorio nuevo. Pero, como productor, eso también forma parte. A ver, hay que diferenciar un poco, en general, que una cosa es la parte beatmaker y otra la producción. Desde el punto de vista de la producción, por supuesto que lo conozco, que me toquen proyectos que son territorio nuevo para mí. Desde el punto de vista del beat-making, naturalmente empiezo haciendo lo que me es más cercano, lo que de alguna manera creo de forma natural. Creo que, al final, son algo diferentes, en la forma de planteárselo.
¿Qué has aprendido de trabajar con músicos de Cuba que te gustaría integrar en tu trabajo?
Es un poco difícil, creo yo, tener esta experiencia a través de internet, eso lo comentaremos más adelante. No estás sentado en un lugar con gente y realmente tienes esa experiencia cara a cara. Hay que intentar extraer tanto como se pueda, de la poca comunicación que se pueda establecer en línea, yo creo. De todos modos, lo que creo haber entendido, en cualquier caso, sobre todo por la parte cubana, es que ocurre mucho de forma espontánea. Y creo que también se enfrentan a una pieza de forma más flexible a lo que personalmente estoy acostumbrado, por ejemplo. Pero, lo dicho, me encantaría que pudiéramos hacerlo alguna vez como experiencia en vivo, un proyecto similar. Creo que todavía hay mucho por descubrir, que aún no hemos podido experimentar con este proyecto.
También la forma en la que se hacen las canciones, por supuesto, es completamente diferente, cuando se improvisa, se desarrollan las melodías, las letras, etc., todo lo que implica. Así que, en nuestro caso, es, más bien, así: uno envía algo, el otro lo responde, luego viene otro y desarrolla una idea y así va, poco a poco, debido a las circunstancias. Lo dicho, en cualquier caso quedan cosas muy interesantes por descubrir.
Para este proyecto hay muchos idiomas involucrados (alemán, español e inglés) pero el único medio de comunicación en común es la música, viéndolo desde este punto de vista ¿cómo ha sido la comunicación entre el equipo de trabajo?
Interesante en cualquier caso. En general, habríamos tenido la posibilidad en cualquier momento, también mediante Telegram, por ejemplo, o por internet, simplemente, de intercambiar información. Y, después, alguien viene y lo traduce, tú, por ejemplo, para que el resto también entienda lo que se quiere decir. Pero al final no lo hicimos y creo que fue algo tácito, atreverse con el experimento de ver qué pasaba si se reducía la comunicación al mínimo y sólo se hacía referencia al material musical y se trabajaba con las ideas recibidas. Al final, esa era realmente la forma de comunicación que teníamos. Por supuesto, luego siempre hay casos en los que te das cuenta: «Bueno, ahora tengo un archivo aquí, una aportación musical, no sé si la estoy interpretando bien». Entonces me dirigía, por ejemplo, a Kerim y le decía: «¿Puedes aclararme esto, cómo se lo interpreto, más o menos?». Por supuesto, eso también implica, un poco, una inversión de tiempo, pero para mí siempre ha sido lo menos posible de eso y la mayor cantidad de libertad de interpretación posible de lo que obtengo y luego tratar de incorporarlo de la manera que entiendo, esperando estar interpretándolo correctamente, sin pisar a nadie. Y creo que de este modo han surgido cosas fascinantes que no creo que nadie tuviera en mente cuando se concibió la idea por primera vez, cuando se puso en práctica, cosas que se han ido desarrollando más adelante, lo que, por supuesto, también se debe al hecho de dejar estas libertades y no comunicar y explicar todo directamente e intentar [presentar] la propia visión de las cosas exactamente.
¿Cuál ha sido el mayor reto de trabajar por medio de la web/internet/móvil?
El mayor reto fue, sin duda, la falta de esa sensación del cara a cara, de no estar sentados juntos en el estudio en una sesión, desarrollando ideas juntos, intercambiándolas. Todo lo que forma parte del hacer música de forma natural, tuvimos que improvisar completamente y pensar en nuevas estrategias de cómo abordarlo. Y así es como se llega a borradores de ideas, enviarlas de un lado al otro por internet, interpretarlas y reinterpretarlas, incluso. Claro, es un poco más arriesgado, diría yo, enviar ideas puramente musicales a la suerte, sin demasiado texto y explicación, a la hora de que encajen. Así que se necesita cierta intuición para entender cada idea, cómo responder a ellas, cómo desarrollarlas más, etc.
En cualquier caso no es fácil, pero sí emocionante. Es sólo un enfoque diferente. Por otro lado, también se es más libre así. Puedes encerrarte con una idea y juguetear, y yo soy muy fan de eso. Por otro lado, es una ventaja para alguien así, si este flujo de trabajo le conviene, que pueda probar mucho más y no te estreses. Un estudio sólo lo tienes durante un número de horas y eso….
¿Qué quisieras decirle al público que espere del proyecto Dimelo Rapeando? (tanto musical como audiovisual?)
Creo que con Dímelo Rapeando hemos creado cuatro temas muy diferentes. Musicalmente muy únicos, cada uno por su lado. Pero, aún así, con un hilo conductor emocionante a través de las vocalistas Leila Akinyi y El Individuo y, por supuesto, a través de los vientos, que luego lo ataron todo en un conjunto al final. Por lo tanto, creo que si te interesa la música, te gusta escuchar ideas novedosas, tienes un oído abierto, tal vez para escuchar algo un poco más experimental, entonces ciertamente se cumplirán tus expectativas.
¿Qué desventajas y ventajas tiene hacer una colaboración en línea/por medio de Internet?
Sí, puedo volverlo a resumir, creo que ya he entrado en eso. Falta el ambiente. Es decir, sentarse juntos en el estudio y que se nos ocurran ideas, escribir melodías, escribir letras. Eso puede ser muy poderoso, si el ambiente es adecuado se pueden crear cosas realmente interesantes. Eso ha sido, definitivamente, un poco diferente en nuestro caso, un poco más difícil, creo. En realidad es imposible crear ese tipo de ambiente a través de internet. Necesitas buenas ideas, que inspiren y apasionen a los demás, les motiven a hacer algo, lo cual, gracias a Dios, con nosotros ha funcionado. Todas las ideas eran geniales, todo el mundo ha hecho buenas aportaciones, por eso ha funcionado. Ese sería un aspecto. Luego, por supuesto, lo que también he dicho, interpretar correctamente las ideas que recibes, entenderlas. Ahora bien, si no tienes una barrera idiomática, por supuesto que puedes explicar todo eso y comunicarte con tu compañero. En nuestro caso, esto se vio agravado por el hecho de que no es tan fácil desde el punto de vista de los idiomas. Ese sería también otro factor que quizás no pueda aplicarse a las colaboraciones por Internet en general, pero, desde luego, a nuestro proyecto. Se tarda más, se necesita más tiempo para todo. Quiero decir, todo va primero al otro lado del charco y, luego, de vuelta. Más la conexión a internet en Cuba, que sigue siendo un problema. Súper difícil, aparentemente, cómo se está desarrollando. Eso añade a la complicación. Ventajas: Por hablar de las cosas bonitas, para variar. Lo que también acababa de decir, cada uno es libre, va por su cuenta, cada uno puede dar a sus ideas el espacio que necesite. Por supuesto que hay una agenda para limitarlo todo un poco, pero es un poco diferente a una situación de estudio, donde mucho viene por impulso. Pero cuando trabajas para ti, puedes dejar esas ideas madurar y que se desarrollen durante mucho más tiempo. Para mí es una ventaja. Tal vez otra persona lo llamaría una desventaja. Es mi manera de hacer música. Soy beat-maker, hago música solo, principalmente. Por lo tanto, no es raro para mí encerrarme y hacer cosas, probar cosas, construir. En este proyecto eso ha sido muy factible. Eso ha sido bueno. Puedes establecer tu propio ritmo, eres independiente incluso en cuanto al momento del día. No fijas plazos, trabajas cuando más te conviene. Eso es definitivamente algo a tener en cuenta.
Lo más importante: que podemos trabajar con músicos de todo el mundo. Si eso no es la ventaja por excelencia, no sé qué lo puede ser. Puedes conectar con todo tipo de personas y no hay fronteras. O quizás, muy pocos límites. Es una posibilidad que puede que cambie también todo el mercado de la música para siempre. Porque las culturas se están fusionando. Recibes aportaciones de todas partes y las incorporas de cualquier forma.
Los chicos [Cuban Lions y El Individuo] ya estuvieron aquí hace dos años. Y ya entonces surgieron algunas cosas, pero no algo como un EP, como el que estamos haciendo ahora. Por que, es que se necesita tiempo para eso. No se hace en un fin de semana entre conciertos, sino que se necesita tiempo para ello. Como ya he dicho antes, el hecho de que la tecnología esté tan avanzada como para posibilitar esto es definitivamente un enorme golpe de suerte en estos tiempos. Al menos para aquellos que puedan aprovecharlo.
¿Qué experiencias adicionales obtuviste de este formato de colaboración o (en parte forzado por la limitación de la pandemia de Covid) y cómo podrías utilizar esta experiencia para futuros proyectos/producciones?
Esta pregunta se me resulta difícil de responder, tengo que decir. Porque sugiere, un poco, que ha cambiado mucho el flujo de trabajo, lo que no ha sido mi caso, necesariamente. Bueno, claro, ahora ya no hay citas en el estudio, donde realmente te reúnes con la gente y se hace música juntos, pero eso en mi caso se daba más bien poco, de todas formas. Como beat-maker, hago música para mí, por mi cuenta, mayormente. Es decir, que no han cambiado tanto las cosas. Tampoco con la pandemia. Ahora tengo más tiempo para ello, lo cual es bueno. Pero en algún momento la pandemia se acabará y entonces probablemente vaya más justo de tiempo. Eso significa que no puedo aplicarlo para después.
Tal vez para entonces esté haciendo música a tiempo completo, entonces eso sería lo mejor, pero mientras siga teniendo un trabajo… Es que trabajo en un museo. El museo está cerrado ahora mismo, desde hace un año, casi. Estoy a media jornada, así que intento aprovechar el tiempo lo mejor posible y hacer muchas cosas. Aunque tengo muchas esperanzas de que en algún momento el virus se acabe y el museo vuelva a abrir. Pero ese es otro tema.
A causa de la pandemia otras maneras de hacer publicidad (por ejemplo: poster, publicidad ‘de boca en boca’ han disminuido y las redes sociales han tomado más protagonismo, ¿cómo ha sido tu experiencia utilizando las redes sociales bajo estos términos?, ¿Ha sido un problema para ti que la única vía de promoción sean las redes sociales? ¿Y cómo estas usando los redes sociales para promocionar tu música/actividades musical generalmente?
Voy a ser sincero, no soy muy amigo de las redes sociales. En realidad lo encuentro molesto. Lo necesitas, hoy en día. Si no tienes el tiempo y la calma para cultivar perfiles en las redes sociales y promocionarte, puedes seguir creando arte, pero no tienes por qué tener ninguna expectativa de que nadie lo vaya a ver o escuchar. Es un mercado muy competitivo por la atención. Hay un determinado tipo de medios, que simplemente tienen más éxito, simplemente porque tienen ciertas cualidades psicológicas. Si está cortado muy rítmicamente, si es, cuanto más ruidoso, mejor, colores llamativos, cosas así. Sencillamente se impone mucho más que algo más calmado. Sólo por estas plataformas, ya tienes unas obras que pueden tener más éxito que otras. Yo eso lo encuentro un poco… no sé, hay que tener cuidado. Así que, si no soy muy fan de esas cosas, de lo muy colorido y llamativo, entonces ya tienes que ahondar un poco más para encontrar las cosas que a uno le gustan. Eso, por un lado. Ahora ya se habla de que las redes sociales también adquieren mayor importancia. Yo no sé siquiera si eso es necesariamente cierto, la verdad. Si hablamos de nuestro proyecto en particular, yo creo que habría sido el lugar más importante para promoverlo, con o sin pandemia. Yo no habría puesto necesariamente carteles por la ciudad para anunciar que íbamos a sacar un EP de cuatro temas como este, incluso sin pandemia. Eso no habría tenido mucho sentido. O sea, si quieres promocionar conciertos o eventos en directo, seguro que es interesante. Ahora, para un lanzamiento digital que sacas, no le veo mucho sentido. Así que no sé yo si la pandemia esto lo ha cambiado mucho en cuanto a importancia.
Antes lo habría promocionado en Instagram igual. Hacer una campaña, de alguna manera, quizá invertir poco de dinero. Así puedes llegar a todavía más gente y hacerlo exactamente igual. A eso quería llegar, a que no cambia mucho en lo que respecta a nuestro proyecto. Si lo llevas un poco más lejos… pero, en fin, no hay eventos en vivo que promocionar ni nada por el estilo, de todos modos. El único problema es que hay que tener cierta afinidad para con eso. Entonces, por lo menos, no te debe resultar completamente molesto todo esto del internet, Instagram, las redes sociales, para tener siquiera una oportunidad. Un cierto divertimento forma parte de ello. Al final, en realidad, también es mucho trabajo.
O sea, Instagram, aunque tampoco en exceso. Hago un post, quizá, una vez al mes. Sí, es decir, Instagram y Facebook, por tanto, automáticamente, un poco. Y ya está. Hay gente que también están en Twitter. Yo ni sé lo que está pasando ahí. Ni si sigue siendo relevante. Además, ahora también está TikTok, pero según tengo entendido, es sólo para jóvenes.
Bueno, siempre se mira, cuál está verdaderamente establecida. Instagram existe ya desde hace, ¿cuánto, 10 años, o qué? No tanto. Pero mucho tiempo. Y, definitivamente, es la que más usuarios tiene. También depende siempre de tu burbuja, de lo que estés haciendo exactamente. Creo que para la música es un buen sitio. Ahora, igual si eres bailarín, entonces TikTok es un sitio mejor. Siempre depende de dónde encuentres a tu público. Al igual que cuando pones carteles por la ciudad, también miras «¿en qué barrio lo pongo para que que alcance a mi grupo objetivo?” Y así ocurre con la elección de la red social que utilizas para promocionarte.
Yo acabo de hacer una pequeña campaña en las redes sociales para mi crew. Todos ellos tienen aún menos que ver con esto que yo y, entonces, dije: «Bueno, voy a hacer yo el trabajo de redes sociales». Así que contribuí de esa forma. Lo hago encantado. Lleva mucho tiempo, de verdad. Era casi como un trabajo de 40 horas. A tiempo completo.
¿Cómo has tenido que ajustar tu manera de trabajar con tu equipo de trabajo y con colaboraciones externas durante este periodo de la pandemia?
Sí, se puede adornar un poco. Para empezar, tienes más tiempo, lo cual es bueno. Pero por otro lado, claro, siempre estás atado a la inspiración. La inspiración no la puedes sacar de cualquier parte. De tu taza de café, por así decirlo. Sin embargo, por supuesto, siempre es bueno para la cabeza, para la mente, salir, ver gente, mantener conversaciones. Lo cual, normalmente, lo haces. Sólo por cambiar de aires. No estar mirando siempre tus propias cuatro paredes. Eso es un aspecto, naturalmente. Lo noté mucho al principio, en la primavera de 2020, cuando empezó todo. Para mí fue realmente como desatarme. Pensé: «¡Wow! No hay más excusas. Ya solo me voy a sentar ahí y a hacer música todo el día. Algo genial». Pero, claro, en algún momento, el tanque se seca. Tú has puesto toda tu aportación creativa ahí y has hecho cosas y, luego, en algún momento no hay más… Entonces ya era verano aquí, y de alguna forma nada había cambiado mucho en la situación de la pandemia. Excepto que el verano era un poco más relajado, pero luego llegó el otoño y el invierno. Y, entonces, la cosa comenzó de nuevo con la segunda cuarentena. Entonces, en algún momento, te das cuenta de que, a la larga, es bastante aburrido. Aunque hagas todos los días lo que más te gusta, en algún momento te apetece hacer otra cosa y apenas hay opciones, salvo salir a pasear o y ya está. Porque no pasa mucho más. También me atengo mucho a las reglas en un sentido político y realmente trato de estar lo más aislado posible, de no tener contactos innecesarios. Pero en algún momento te das cuenta, en algún momento tienes que quedar con gente. Y también se nota que es muy bueno para la mente y eso se nota inmediatamente en el resultado final con el trabajo creativo, que se trabaja más libremente.
¿Quizás tuviste más creatividad cuando las medidas de COVID se relajaron y te reuniste con otras personas nuevamente?
Sí, claro. Ahora estoy así todo el rato… ¿Seguimos hablando de música o ya hablamos de estados emocionales en general? En mi caso van de la mano. Si me siento bien, si me divierto, si estoy relajado puedo hacer las cosas más fácilmente que cuando hay una nube oscura rondándome. Por eso, claro, el verano ha sido definitivamente muy liberador, una sensación liberadora. Para mí se sintió un poco como una simulación de… ¿cómo digo esto? Un poco «todo va bien», o al menos hacemos como si así fuera. En realidad, todos sabíamos que esto iba a venir en otoño, que en invierno nos iba a estallar en la cara. Por eso tratamos de disfrutar del tiempo con la mayor despreocupación posible. Totalmente, ese fue el verano para mí. La música no estaba tan en primer plano. Encontré que era más agradable disfrutar del verano, del clima. Eso era mucho más importante en aquel momento. Porque ya se sabía que el invierno iba a ser muy largo y duro. Por eso yo, en cuanto a lo creativo, también con DimeRap por ejemplo, eso estuvo muy bien, que cayera en invierno, el trabajo.
Entrevista 04.02.2021
Entrevista: María Quirós Fernández
Traducción: Roman Oria
(c) Alina Achsharumova
Biography
El Beatmaker y productor proveniente de Colonia hizo sus primeros Beats en su juventud. Después un viaje autodidáctico por géneros como el Dubstep, el Drum’n’Bass y el House, volvió a sus raíces en el Hip- Hop y hoy en día su música se mueve entre el Lofi, el Jazzhop y el G- Funk, pero sigue siendo a veces influenciada por sus primeros períodos creativos, por lo que los 808 Drumbeats y las llamativas melodías de sintetizador juegan un gran papel en su trabajo. Su lista de logros y lanzamientos incluye el EP de 5 pistas «Jiggimonia» con el rapero Luko, así como su participación en varias compilaciones de S!X-Music.Wolberts también forma parte del Burgistan-Crew y del colectivo de jazz «PAO- Kollektiv».